Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

La última vez


Lloro por última vez.
¿Han de ser suficientes las lágrimas que ya derramé?
Pero no, nunca se llorado lo suficiente, nunca se ha sufriso lo bastante.
Es una idea inconcreta de saber que te tengo, la que me da vueltas día tras día en mi cabeza, esa vaga sinfinía que deambula en círculos por mi cabeza.

La última vez que sufrí es la última vez que lloré y es tan inconcluso ese sentimiento que aún lo estoy haciendo.

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