Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El lugar donde estoy parada desde hace exactamente no me acuerdo cuánto,
Y donde hace cinco minutos estuve sentada, y antes parada y así me lo he llevado.
Está tapizado de las colillas de los cigarros pintados que he fumado a tu espera,
Desde que no estás me lo he llevado pintando mis labios de rojo como te gusta haber si en una fumada llegas.

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