domingo, 4 de noviembre de 2007

Zoom to my life

Era tarde, muy tarde y ella no lograba conciliar el sueño, giraba su cuerpo de izquierda a derecha y viceversa. Algo no entendía, por qué estaba así, realmente ese había sido un día bueno, en parte, se había levantado igualmente que todos los días, temprano para no atrasarse en su llegada al colegio, se vistió como de costumbre y transcurrió su día tan normal como los anteriores.
Pero en realidad no se trataba de su día, el verdadero problema era con ella, no sabía como explicárselo, la temperatura de su cuerpo estaba bien, su cabello estaba bien, no se trataba de un dolor físico, de hecho ni siquiera se trataba de un dolor. -¿qué pasa conmigo?- se repetía para si misma muchas veces.
- Has hecho algo fuera de lo común últimamente- le distrajo el pensamiento su compañera de banco ese mismo, día durante clases al verla tan acongojada.

No creyó que nada fuera de lo común pudiera mantenerla así, con el sueño atrapado y eso desplacer que le provocaba no poder dormir. Giró su cuerpo un poco más a la izquierda y pudo encontrar un rincón más frío de la cama, un rincón que la hacía ponerse melancólica y recordar que esa noche estaría sola.
La mamá trabajaba mucho, horarios extras, trabajos adicionales, todo para darle a ella lo que merecía, una educación digna y todas esas cosas que frecuentemente le recordaba, para que se torturara estudiando con el fin de engrandecer el trabajo de la madre ausente.

Llegando del colegio se preparó una taza de té, hacía frío y no había pan, sólo con el té en el cuerpo subió a su alcoba no prestando atención al rugir de su estómago. Se sacó el uniforme como de costumbre, lo dobló para el día siguiente y se recostó, con el frío en el cuerpo y el cansancio extenuante de su vida escolar, cayó en un sueño profundo. Se vio tirada en el suelo, casi no tenía ropa, estaba avergonzada y sola muy sola, más que de costumbre.