Estoy bien, pero no estoy bien.
Estoy como siempre,
deambulando entre la tristeza y la locura infernal.
Me curo y me destruyo,
estoy viva y estoy muerta
Entrando, poseyendo, gobernando y prostituyendo el cuerpo, el lado oscuro entra haciendo que la moral y la ética se reduzcan a polvo que puede ser aspirado por la nariz.
Esnifado de tal forma que te carcome en el interior, volviéndose una masa resinosa parecida a la cal, pero similar a la muerte.
No juegues con el lado oscuro dice la gente, pero la curiosidad mató al gato, el gato tenía 7 vidas, y las 7 vidas se convirtieron en agua putrefacta.
El lado oscuro, empieza donde todo termina y termina donde todo empieza.
No se mantiene por si mismo, pero te sostiene en puntas de pies
Amanecido, aplastado, devastado.
De cuando en vez, de vez en en mes, el lado oscuro entra a parasitar el cuerpo, a consumir, y ser consumido.
El lado oscuro me aterra.
Pensé que me había quebrado,
pensé que había conocido el dolor,
pensé que había caído en el hoyo mas profundo que se puede caer,
pensé que ningún corte podía matarme.
pero me equivoqué.
Yo no había conocido el dolor,
como la carne desgarrándose a pedazos,
o la piel ardiendo en fuego.
El día que alejaron de mi lado a mi pequeña,
ese día yo recién conocí lo que es perder,
lo que es morir lentamente con el cuerpo y con el corazón.
El psiquiatra me dijo que tenía que alejarme de las malas influencias.
¿Cómo lo hago para alejarme de mí?
Si me lo permites, mi boca curiosa desea besar la tuya, en un nudo de lenguas descubrirse y descubrirte.
Si me lo permites amiga, tocar el filo de tu piel con la punta de los dedos.
Si me lo permites, no sé, perderme en el remanso de tus pestañas en un lago de ojos café, ahogarme y resucitar, sólo para volver a morir de ti.
Qué es esto que me tiene en medio de un tabaco y la nostalgia.
Inesperadamente apareció lo prohibido aquello que no se puede poseer porque está más allá de lo permitido, aquello que me tiene aquí en medio de un tabaco y la nostalgia.