viernes, 7 de diciembre de 2007

Lloro


Cuando pierdo el control de mi cuerpo
Suelto un chillido como de dolor,
Para que entiendan que por sólo un momento quiero perder la cabeza,
Sacarla de raíz sin pensarlo dos veces.
El grito penetra en mí y me hace temblar las manos,
Sólo para descongelarlas del piso y levantarlas hacía mis oídos,
Nada me hace más infeliz que pensar que la tengo,
Y que de una manera o otra no puedo arrancarla de mí.
Cuando no chillo es porque la boca se me pierde en el palabrerío de mi habla,
Sólo quiero arrastrarme por el suelo
Y retorcerme como babosa en sal,
Sólo para despertarme inmaculada y sosegada pero sin perder la conciencia de que me duele el cuerpo por mi estigmatizada manera de comportarme,
Sin más preámbulos miro la sangre de mis rodillas rasguñadas, lloro y vuelvo a mí.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sr. Jomacargo


Usted es para mí, algo más que indispensable,
Usted es mi amigo,
el verdadero
y yo lo quiero (qué es más que una palabra lindante)
Lo quiero de verdad, y no es necesario que esto sea un poema para estar aquí,
es simplemente necesario que sea para ti.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Let me kiss you


Hay un lugar bajo el sol, para cualquiera que tenga la voluntad de perseguirlo y creo que he encontrado el mío, sí, creo que lo he encontrado.

Cierra los ojos, y piensa en alguien que te atraiga físicamente y déjame besarte, déjame besarte.

He estado zigzagueando por toda América, y no he podido encontrar refugio. Dime, ¿dejarías que llorara sobre tu hombro?. He oído decir que probarías lo que fuera al menos dos veces.

Cierra los ojos, y piensa en alguien que te atraiga físicamente y déjame besarte, déjame besarte.

Pero entonces abres los ojos y ves a alguien al que desprecias físicamente, pero mi corazón está abierto, mi corazón está abierto a ti.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Zoom to my life

Era tarde, muy tarde y ella no lograba conciliar el sueño, giraba su cuerpo de izquierda a derecha y viceversa. Algo no entendía, por qué estaba así, realmente ese había sido un día bueno, en parte, se había levantado igualmente que todos los días, temprano para no atrasarse en su llegada al colegio, se vistió como de costumbre y transcurrió su día tan normal como los anteriores.
Pero en realidad no se trataba de su día, el verdadero problema era con ella, no sabía como explicárselo, la temperatura de su cuerpo estaba bien, su cabello estaba bien, no se trataba de un dolor físico, de hecho ni siquiera se trataba de un dolor. -¿qué pasa conmigo?- se repetía para si misma muchas veces.
- Has hecho algo fuera de lo común últimamente- le distrajo el pensamiento su compañera de banco ese mismo, día durante clases al verla tan acongojada.

No creyó que nada fuera de lo común pudiera mantenerla así, con el sueño atrapado y eso desplacer que le provocaba no poder dormir. Giró su cuerpo un poco más a la izquierda y pudo encontrar un rincón más frío de la cama, un rincón que la hacía ponerse melancólica y recordar que esa noche estaría sola.
La mamá trabajaba mucho, horarios extras, trabajos adicionales, todo para darle a ella lo que merecía, una educación digna y todas esas cosas que frecuentemente le recordaba, para que se torturara estudiando con el fin de engrandecer el trabajo de la madre ausente.

Llegando del colegio se preparó una taza de té, hacía frío y no había pan, sólo con el té en el cuerpo subió a su alcoba no prestando atención al rugir de su estómago. Se sacó el uniforme como de costumbre, lo dobló para el día siguiente y se recostó, con el frío en el cuerpo y el cansancio extenuante de su vida escolar, cayó en un sueño profundo. Se vio tirada en el suelo, casi no tenía ropa, estaba avergonzada y sola muy sola, más que de costumbre.

martes, 24 de julio de 2007

El barco de cristal (Jim Morrison)


Antes de que te deslices en la inconsciencia quisiera otro beso,
otra destellante ocasión de felicidad otro beso, otro beso
los días son brillantes y llenos de dolor, envuélveme en tu suave lluvia,
la vez que huiste casi me vuelvo loco
nos volveremos a ver, nos volveremos a ver,
oh dime dónde yace tu libertad,
las calles son campos que nunca mueren
libérame de las razones por las que
tu preferías llorar, yo prefería huir, el barco de cristal se está llenando,
mil chicas, mil sensaciones, un millón de maneras de pasar el tiempo,
cuando regresemos escribiré unas líneas.

domingo, 10 de junio de 2007

Deseo

y si quiero pintar mi cuerpo con sangre de tu sangre,

o si empiezo a tener ganas de eyacular impetuosamente

dentro de un tubo de cartón arrepollado

como las faldas de una puta silvestre,

que come y se empacha con verdes pastos

de marihuana pérfida e inmoral.

viernes, 25 de mayo de 2007

Una suposición al mirar tus pechos


Ciertamente tus pechos,

son más grandes que los míos...

miércoles, 2 de mayo de 2007

Algo se está ahogando


Algo se está ahogando,

No creo que sea necesario que despierte,

No quiero salir,

Quiero irme de aquí,

Pero sin moverme,

Puede parecer idiota,

Tal vez moriré así.

Puedes darme mucho,

Incluso la misma vida,

Pero no quieras levantarme,

Yo te ofrezco algo,

Acariciarte, ternura, tu sabes.

Tal vez puedo perder el tiempo,

Tejiendo, bordando, zurciendo,

Pero no me levantes,

Si quieres estár conmigo,

¿No te sería más fácil acostarte a mi lado?

domingo, 8 de abril de 2007

Así quieres verme tú



Así quieres verme tú,

Así sería mejor

Muerta,

No entrando ni saliendo por tu puerta.

Así tal vez quieren verme todos,

Pero tú eres el único que desea matarme,

Matarme si,

Arrancarme la carne a pedacitos.

Pedacitos enteros

Y degollarme

Y no verme reír

O no sentirme llorar.

Pero es eso lo que quieres,

Que mi cuerpo no exista

Que mi alma no exista

Y que por ende yo no exista.

Pero no entiendo

Por qué no lo haces, qué te retiene,

El imaginar que mi cuerpo

Lo terminaran cientos de gusanos

Y no tú como querías,

Es esa la injuria que tienes en mi contra

Y que es la que te hace pensar

Que en fondo es mejor verme muerta.

Muerta, si,

Como lo he estado siempre.

Pero sin carne y sin recuerdos.

Porque es así como quieres verme tú,

Muerta.

Pero no muerta retóricamente.

Muerta de verdad,

Con una estocada en el corazón,

Un balazo en la cabeza,

Qué se yo

Sólo muerta así

Sin carne, sin huesos, sin mente,

Sin ti, sin él, sin nadie.

Sólo muerta,

Pero muerta de verdad,

Tan muerta como lo ha estado mi abuela,

Tan muerta como tu confianza,

Tan muerta así,

Así como el perro,

Ese mismo que estaba muerto

Y que mientras lo pateábamos

Me mirabas como diciendo

Así te quiero ver.

Así de muerta,

Así me quieres ver.

Mátame.

lunes, 2 de abril de 2007

Existencia del ser


Ustedes pasan alrededor mío.

Murmurando,

Siendo sombras inexistentes.

Sin principio ni fin.

Y yo, no existo.

Y me detengo en los sueños,

Buscando amor,

Comprensión y una ternura

También inexistentes.

Respiren y respirare.

Deleitémonos juntos

De este aire que no existe.

Porque ni sus palabras ni las mías están,

Por eso ni esta escritura ni otras

Existieron para nuestro disfrute.

Solo la amargura y el dolor

Hacen de nuestro cuerpo

Algo más que se aferra en la gravedad.

Solo el silencio sé que existe,

Porque donde yo existo ni una palabra acabará con el.

Es por eso que ustedes no existen donde yo existo,

Porque su bulliciosa y alterada forma de vivir.

Sólo existe en mis peores pesadillas

Y llega interrumpiendo mi interminable e inexistente búsqueda onírica.

miércoles, 28 de marzo de 2007

Vida

Lo que a mi parecer era estúpido y sin sentido,

Era mi vida.

Que era así,

Así misma como me parecía.

Estúpida y sin sentido,

Como quien la lleva por vida. Yo

Mi erudita y apetecible vida,

Devastaba una y formaba otra.

Sola o acompañada daba lo mismo, lo hacia y ya.

Y con ferviente sensación, lo hacia.

No me arrepentía de nada.

Porque la vida era estúpida y sin sentido. No la mía,

Esta vez era la tuya.

La tuya, las suya, la vuestra.

Tan sin sentido como lo es la mía,

Aquellas noches,

Con interminables intentos de suicidios,

Que no soportaron mis manos cansadas y que se rindieron,

Antes de lograr la muerte.

¡Oh aquella muerte!,

La vida de los muertos,

La esperanza de los vivos

Aquella que aparece así sin más ni nada,

Llevando a justos y pecadores por igual

De mí deshojada juventud fui perdiendo lo más valioso de mí,

Aquello que unos llaman vida,

Y que para mi no ha sido más que un castigo.

Maldito mi suplicio y mi repetitivo intento por acabar con ella,

Valiosa la lucha que ha ganado la infeliz.

Y no se rinde y yo ya no la quiero,

Pero no me deja.

Cuántas veces tendré que tratar de arrancármela,

Como quien arranca una espina de su adolorido pie.

Adoloridos y cansados pies los míos, entonces.

De los cuales no he podido arrancar ni un mísero extracto de vida.

Ni una mísera punta de espina.

lunes, 26 de marzo de 2007

Muñequita


Tú me miras

Por debajo de un puente

De metal madera ahumada.

Y yo te quiero

Y te siento tan cerca y tan lejos,

Tan mía que al alejarte de mi

Te siento aún más mía,

Aún menos tú y más yo.

Y trato de controlarte

Como a un muñequito de papel,

Y tú me miras tiernamente

Y no lo imaginas,

Y opacas ese poder de autoridad que poseo sobre ti.

Muñequita de cristal, trapo y vidrio.

Muñequita mía, esa eres tú.

La que con su voz

Y risa chillona

Cocinas mi corazón en una olla de presión.

Y haces comiditas de mí

Pero yo sigo pensando que tú eres mía,

Pero parece que soy yo tu esclava.

No hablemos de esclavitud, niña mía.

Yo te quiero y es eso lo que importa,

Te quiero cerca, lejos, dentro, fuera,

No me importa,

Simplemente te quiero así mía,

Así como eres

Chiquitita y picarona,

Eres única niña,

Única mía.

La única muñeca

Que a mi larga edad sigo ocupando

Y queriendo a mi manera más infantil

Mi muñeca más dulce de todas,

A la que mas amo a pesar de la edad.

Pereces de mentira,

Pero tu carita de carne y huesos

Me regala aires de tu verdad.

Desnudéz



Una flor de rojo color
me recuerda un par de piernas abiertas
y un busto desnudo.

A veces me siento una flor.

¡Quizas!

Quizas hoy no,
pero después de un rato, sólo querrás
construirme un castillo,
uno para mi sola.

Para poder subir a el como a un caballito,
y poder bajar por sus escaleras de caracol.

Porque me harás no una casa,
sino castillo en la punta de un cerro
cerro la punta lo llamaré,
y vivire sola.

Me harás un castillo
el más grande de todos,
una fortaleza para mí
y vivirás conmigo en mis recuerdos,
porque me harás un castillo.

Uno sólo para mí