martes, 1 de enero de 2008


No puedo ser tan oscura y dilatarme así como perdida en el liso remaje de tus cabellos, y no puedo partirme la cabeza ni pensar en que está bien y que no.
Sólo puedo decir que ya no soy dueña de mis actos y que me caigo con solo ponerme de pie.
Soy un tanto simplona, muy linda de cara, muy limpia de cuerpo, bien vestida, pero eso es todo lo que importa, no quiero tener que ver conmigo nada.
Laura, si sabes que yo te extraño, por qué me sigues abanadonando?
He rompido todas y cada una de mis uñas, y las que no han sido quebradas, me las he comido sintiendo repudio por mi.
La gente pasa, se mira, los miro y no te encuentro.
Laura, vuelve.
Laura, ese es el nombre que necesito ahora.
Mi amor, sirveme una tacita de café que tengo frío y parece que perdí el abrigo en la visita que hicimos al cementerio.
Mi amor, ha llamdo Laura?
Mi amor, la necesito!

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.