Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

martes, 8 de enero de 2008

Llórame que sea una vez; yo te lo pido... derrama una lágrima por mí.

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.