sábado, 11 de mayo de 2019

El desierto

El desierto y yo fuimos uno, y nos teñimos en la piel con recuerdos inmemorables.
El desierto tocó desde el interior y  yo le toqué con la punta de los dedos, simulando una cálida lluvia, un día de verano.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que desatención la suya estimada
Y me refiero a esa enemistad hacia mi persona
Y que voy a decir al respecto?
El orgullo traiciona compañera
Pero más traiciona la duda.
Nos equivocamos al conocernos
Pero más nos equivocamos al distanciarnos.
Nos fuimos cada uno pa` la casa, mano en bolsillo, como si hubiésemos oído todo.
Siempre es más fácil combatir con nuestros propios juicios, que con los de los otros o no?
La discusión fue mínima compa, pero quebrantable.
Fue culminando verano
Y te escribo ahora, despidiendo otoño
Dijiste no imaginarte, ni quedarnos, ni quedarme
Me comentaste que no te gustaban las promesas porque nadie las cumplía
Pero no me dejaste hacer nada porque cuando lo hago es cierto
Supe desde el principio que tu alma era pura e inigualable
Paso solo una estación por el cuerpo compañera
Es recién junio ¿y tú creíste que me habías descubierto?
Te miro y no entiendo muy bien la rabia, ni la espuma de tu boca, ni en ella el juicio. La vacilación y la falta de determinación ante varias posibilidades te cabreó,
Por eso dejaste la verdad a tan solo un beso.
Finalmente compañera jamás seremos carne unida ni almas danzando
No seremos mañana juntos de la mano al trabajo, ni perros ladrando
No se completó la luna de queso, solo a menguante llegamos
Rompimos por teléfono, y yo mirando el metro, Y pensar que en el mismo metro, un día de ayer toque tu mano y nos dimos besos.
Me trataste de escandaloso y mentiroso, yo no comprendí lo malo,
Solo quería protegerte y fueras la estrella negra que brilla ante cualquier adversidad y falle, Intente escribir bajo el abismo de mi alma y ni en sueños logre tocar tu mano otra vez, Pero no dije nada porque al parecer el escándalo del amor te parecía extraño,
Quise decir deja de herirme con el silencio ¿no te diste cuenta acaso que me estaban escuchando? Metí las manos al fuego por un gato, sin saber que ya me estaba quemando, ¿Pero a ti quien podrá decirte lo contrario?
Al parecer no te hacen falta mis verdades, ni mi llanto
Pero compañera, un gato callejero es siempre un gato
Un poeta siempre será poeta que se beneficia de los amores amargos
Y una inescrupulosa estimada por inescrupulosa se queda carilarga,
El alma no se transforma, aunque sea diferente el cuerpo
Ojala pasaran los sentimientos como pasan las estaciones de los años
Pero yo compruebo día a día que eso no pasa, y nos volvemos expertos en el engaño
El amor tiene múltiples actores y escenarios dispuesto para el siguiente acto
Yo no entendí tener la culpa por tan solo haber participado
Por eso me molesta compañera su delgado pensamiento
Pasan cosas peores es esta cuidad
Sin siquiera tener mando
Ahora no vendrá el invierno contigo ni tú vendrás conmigo al invierno
Llegara como de costumbre, solo, mojado, frió y poco tierno
Creíste probar la castaña antes de pelarla compañera, la creíste poco dulce sin siquiera saborearla
Pero mi amor, yo no te prometí nada más que nunca decirte mi amor. Y se cumplió.

Perséfone dijo...

No hay rabia.
Esta historia no es nuestra.