Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

domingo, 18 de agosto de 2019

La culpa

Cómo podría culparte por nunca haberme entendido, si ni yo misma soy capaz de entenderme.
Pero si, te culpo, porque es necesario que haya un culpable y definitivamente no seré yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la culpa es compartida a menos que las ironías de la vida no estén sofocando.

Diosmismo dijo...

Dice claramente que me niego a ser la culpable, no que no tengo culpa.