lunes, 4 de febrero de 2019

Locura y demencia

Se tocan las puertas, todas.
A la espera de que pueda un día tocar la suerte de encontrar a alguien como tú.
Con tu locura y tu demencia,
Con tu desvarío sensorial y verborrea emocional.

Puede que toque la suerte o la mala suerte, de conocer a alguien como tú
Alguien que entre imperialismo y materialismo, sólo desea volver a ser el niño que una vez arrebataron, que te abracen fuerte mientras respiras agitadamente.

No te conozco, pero te extraño.

Extraño cuando jugábamos a ignorarnos, porque realmente ninguno podía ganar.
Extraño tu loca forma de mirarme y tu demente forma de explicarme todo con tanta sutileza, para evitar malos entendidos.
Te extraño con los buenos y malos momentos, y sobre todo con la irracional forma de comportarnos.
Extraño las cosas que nunca hicimos, y definitivamente  extraño las cosas que nunca se harán.

No te conozco, pero te extraño.

Te vi una vez, en un sueño.
Venías tarareando una canción de Oasis.
Yo no te lo dije, pero lo supe cuando te oí.
Era Songbird y tú la cantabas para mí.
Tú tampoco lo dijiste, pero lo supe.
Nos miramos y simplemente lo sabíamos
"los mejores días están por venir"

Pero lo apagamos como un cigarrillo en un cenicero. Tanto fuego aplastado por la ansiedad.
Somos tontos.
Tontos locos y dementes.
Pero ya no nos tenemos.
Nunca nos tuvimos.

Yo no te conozco, pero te extraño.

1 comentario:

Chubaca dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.