Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

martes, 17 de marzo de 2009

Atéa



... Y sin embargo, aún no creo en mi misma.

miércoles, 11 de marzo de 2009


Lo más triste de llamarte y que no me contestes,es que te llame y no tengamos nada que decirnos.