Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

sábado, 31 de enero de 2009

Apreciación

Veo claramente que ustedes mortales se burlan de los antepasados por haber echado a la suerte el destino de esta tribu.
Ciertamente también puedo ver que cometen un error al mofarse de la debilidad ancestral.

Si bien podrían hacerse partícipes del rumbo activo de esta población acabada y desgastada por la indeterminable suerte que le ha tocado.

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