martes, 15 de abril de 2008

La solitaria Laura se sentó a un borde del camino.
Estaba sola y lloraba.
Laura, me haces mal, aún así no me dejes sola.

2 comentarios:

enlaeslapa dijo...

Me parece bien que vuelvas a escribir, tu sabes hacerlo, no como yo.

Anónimo dijo...
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