Estoy bien, pero no estoy bien.
Estoy como siempre,
deambulando entre la tristeza y la locura infernal.
Me curo y me destruyo,
estoy viva y estoy muerta
Entrando, poseyendo, gobernando y prostituyendo el cuerpo, el lado oscuro entra haciendo que la moral y la ética se reduzcan a polvo que puede ser aspirado por la nariz.
Esnifado de tal forma que te carcome en el interior, volviéndose una masa resinosa parecida a la cal, pero similar a la muerte.
No juegues con el lado oscuro dice la gente, pero la curiosidad mató al gato.
El lado oscuro, empieza donde todo termina y termina donde todo empieza.
No se mantiene por si mismo, pero te sostiene en puntas de pies
Amanecido, aplastado, devastado.
De cuando en vez, de mes en en mes, el lado oscuro entra a parasitar el cuerpo, a consumir, y ser consumido.
El lado oscuro me aterra.