Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

jueves, 1 de junio de 2017

Dóciles

Las mujeres como yo, parecen dóciles.
Pero nuestros pies nunca tocan el suelo demasiado tiempo.
Nuestros cuerpos etéreos,
Son capaces de mezclarse entre las multitudes.
Las mujeres como yo, nunca se quedan demasiado tiempo en un mismo lugar.
Para que parar, si se puede volar.