Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

sábado, 28 de abril de 2012

Invocación


En esta hora de frío seco, yo te invoco ahora, para volar juntos, yo te invoco.
Yo te invoco porque no estás y si estás invoco que nunca dejes de estar conmigo.
Me volteo mientras sigo tu andar cuando te marchas de mi lado y  me encuentro con esa misticidad de tus ojos  que me tiene aturdida.
Yo te invoco porque no creo en las personas, tú no eres real.
E invoco tu prescencia ahora que hace frio, para que me abrigues, para que te quedes esta noche y todas las demás.
Planto semillas de alborotación en las horas que desapareces, crece pasto, verde pasto, verde tú.
Aligeras la carga de no tener y sacias el vacío de perder.
Invoco que estés aquí para poder mirarte un instante y desaparecer en tus ojos, que son ciertamente mis ojos

sábado, 21 de abril de 2012

Sinceramente

Dudo que Aysén tenga algo más místico que
tus ojos.