Escribo porque no sé permanecer en silencio. Porque la palabra es mi carne y mi condena, y porque a veces la única manera de no enloquecer es dejar que la locura hable por mí. No busco respuestas, solo temperatura. Soy Laura Desamparada: lo que queda cuando el alma hierve demasiado.

domingo, 10 de junio de 2007

Deseo

y si quiero pintar mi cuerpo con sangre de tu sangre,

o si empiezo a tener ganas de eyacular impetuosamente

dentro de un tubo de cartón arrepollado

como las faldas de una puta silvestre,

que come y se empacha con verdes pastos

de marihuana pérfida e inmoral.