jueves, 16 de octubre de 2025

Lo que fuimos

Fuiste mi casa

cuando el mundo me cerraba las puertas.

Fuiste la voz que me sostuvo

cuando no tenía palabras.


Éramos dos niñas

corriendo detrás del mismo sol,

inventando promesas que solo el tiempo

se atrevió a romper.


Veinte años de risas,

de silencios,

de cicatrices compartidas.

Fuiste mi hermana,

mi espejo,

mi refugio.


Y aunque la vida nos arrojó

a orillas distintas del mar,

todavía escucho tu risa

cuando el viento pasa despacio.

Tu nombre sigue tibio

en los bordes de mi memoria.

A veces lo pronuncio en silencio,

como si aún respondieras.


Hubo días en que te necesité

como nunca antes,

y no supe pedirte.

Hubo noches en que imaginé

que tú también me llamabas,

pero tu voz se fue desvaneciendo,

como también, así, nuestros recuerdos.


No voy a buscarte,

ni tú vas a volver.

Así está bien.

Nos hicimos daño

intentando sostener lo que ya no cabía

en nuestras manos.


Porque hubo amor,

del que no pide explicaciones.

Del que no muere,

solo aprende a dormirse.


Te deseo la calma,

las raíces,

la dicha.


Y yo me quedo con lo que fuimos,

una historia que solo terminó.


Pero a veces duele,

duele todavía,

recordar que fuimos tanto,

y que ahora solo somos silencio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada vez que lo necesites, una palabra en el viento estará.
Un amor que quizás duerme, pero despierta cuando es necesario, xq no se extingue, no desaparece.
Sabes que estoy.