sábado, 21 de octubre de 2017

Perdón


Perdóname por la tristeza,
Inmensa, como la vida misma.
Perdóname por la tortura,
Y la amargura y tanto dolor.
Perdóname porque aún pequeño,
Mis penas son tuyas.

Perdóname por tanto silencio,
Perdóname por tanta agrura.
Perdona las lagrimas ásperas, bajando por la garganta y las pocas horas de sueño.
Perdona la inconsciencia,
Perdona, belleza de mi corazón.

¿Puedes perdonar la ansiedad
Tan terrible como el miedo mismo?
Puedes perdonar los tremendos berrinches,
Instalados en la placenta que te cubre y alimenta.
Perdona el salar de mis penas,
Perdona, mi dulce amorcito, perdona.
Perdona y ama,
Ama en agrura, ama en silencio, ama en la pena.
Porque si te perdonas, y me perdonas.
Tú y yo nos amaremos por siempre.

domingo, 15 de octubre de 2017

Pesadillas

Nunca pidió que fueras como ella,
Ni que pensaras lo mismo,
Ni que quisieras las mismas cosas que ella quería.
Y mucho menos que cambiaras quien tú eras.
Te aceptó, con cada diferencia que se interponía,
Te valoró con cada pequeña cercanía,
Te aprendió como un manual de instrucciones,
Y te quiso. Sin dudarlo te quiso.

Logró de cada diferencia, hacer días hermosos, llenos de cosquillas, de sinfonías, que rondaban por su cabeza, constante y sonante. 
Cada día, una alegría nueva, de esas que derrochan lágrimas confusas, porque estaba siempre acostumbrada a llorar lágrimas saladas de agonía, pero no lágrimas dulces de amaneceres siempre radiantes. De felicidad, dirían algunos.

O de mentiras bien dichas, de ilusiones bien fabricadas.
Pero siempre se desmorona una, la más importante y con ella todo cae en un sinfín de excusas, de brutales y asquerosas ilusiones baratas.

Le enoja saber la verdad,
Porque a veces la verdad le hace tanto daño que se vuelve terca y testaruda.
Como una niña.
Pequeña e inexperta.
Pero no es inexperta, 
Cuando ha estado yendo y viniendo por parajes,
Por montañas,
Por desiertos,
Recogiendo oportunidades,
Vidas nuevas.
Mentirse a sí misma.

A veces si lo desea muere, y renace,
En una nueva vida, una nueva identidad,
Nuevas mentiras.
Y se cree cada cosa,
Ella puede hacer lo que quiera,
Porque en su cabeza, toma vino y se emborracha, cada día.
Y puede hacer lo que desee,
Aún cuando eso sea una mentira más.

Pero no deseaba que tú fueras como ella,
Ni que leyeras sus libros,
O escucharas su música.
Ella sólo deseaba que acariciaras su pelo,
Suave, muy suave.
Hasta poder dormirse de todas y cada una de sus pesadillas.